Abr 12, 2022
El origen de la mochila se remonta a la prehistoria, cuando el humano comenzó a desplazamientos, este tenia que portear sus pocos enseres a la espalda. La evolución de la mochila ha ido pareja a la necesidad del humano de transportar más cosas cada vez más pesadas. Las guerras han sido las que han impulsado, sobre todo desde el siglo XVIII, los diferentes avances, tanto en materiales como en formas y capacidades. Hoy en día, nuestras mochilas no tienen nada que ver con aquellas de lona pesada, ya que son de fibras sintéticas impermeables y ligeras, quedando la resistencia condicionada por la utilización de unos u otros materiales. También a evolucionado la forma y la estructura de las mochilas para adaptarse mucho mejor a la anatomia humana, apareciendo modemos sistemas de suspensión y regulación. La actividad que vayamos a realizar determinara el tipo de mochila que debemos adquirir (escalada, senderismo, esqui...)
La cordura, un derivado de la poliamida, es el material más utilizado hoy en día para la construcción de mochilas, ya que está dotada de una excelente relación peso y resistencia a la abrasión y el desgarro.
La capacidad de carga de una mochila (volumen) se calcula en Litros. También hay que tener en cuenta que los bolsillos añaden volumen a la mochila, asi que deberia aplicarse la formula a éstos y sumar el resultado al volumen de la mochila Mediante un acabado con revestimiento, resinado o inducido, de poliuretano, se logra la impermeabilidad de las mochilas, aunque las costuras siempre serán las vías preferidas del agua para hacer incursiones en la ropa, saco y otras cosas que llevemos en su interior. Algunas mochilas hiperligeras de mediana y gran capacidad emplean tejidos como el Kevlar, fibra de gran resistencia a la abrasión, para su construcción.
Las mochilas pueden dividirse en tres grandes grupos dependiendo de su capacidad:
Hasta 40 litros Estas son utilizadas para actividades de una jornada o para ataque.
De 40 a 65 litros Su uso más habitual es para actividades en las que por lo menos se va a pasar una noche fuera, ya que es necesario llevar el bolsa de dormir, abrigo...
Más de 65 litros Este tipo de mochilas es el más odiado por todo el mundo, ya que casi nunca va vacia y suele ser tremendamente pesada. Se utiliza para actividades de varias jomadas o para realizar porteos.
En general, las mochilas van a ser de muchas formas diferentes y van a tener una serie de detalles que serán más o menos apropiados para la actividad que deseemos realizar. A continuación pasamos a enumerar las siguientes caracteristicas:
Posibilidad de aumentar su capacidad gracias a extensiones suplementarias en la parte alta de la mochila, lo cual debe ir acompañado con una tapa no fijada a la espalda En mochilas de media y alta capacidad es muy recomendable el acceso directo independiente a la parte inferior de la mochila, mediante una cremallera externa, con la posibilidad de comunicación con el resto del espacio útil. El acolchado de hombros, espalda y cinturón suele estar elaborado con espuma de poliuretano de celdilla cerrada y de diferentes densidades..
Las correas son muy necesarias a la hora de portear en el exterior de la mochila los crampones, piolets, bastones de trekking...
Los bolsillos exteriores suponen una posible carga adicional y un acceso selectivo a los elementos del equipo, pero suelen desestabilizar al porteador y, por ley de Murphy, tienden a engancharse en todos los sitios posibles y en los imposibles. En el caso de disponer de ellos, es aconsejable que sean de tipo fuelle para que cuando no hagan falta se puedan integrar en los laterales de la mochila.
Las riñoneras en el cinturón, posibilitan llevar algo de comida para picar, mientras estamos caminando, sin necesidad de parar. También son muy útiles los porta botellas que incorporan algunas mochilas, para dejar mas a mano el líquido.
Las costuras, son las que unen las diferentes partes de una mochila, por lo cual, siendo la parte más habitual de rotura. Para que sean duraderas, el hilo debe ser de alta resistencia (hilo de poliamida) y las que vayan a soportar mayor esfuerzo deben ser dobles o triples o incluir sistema de refuerzo eficaz.
En las mochilas de carga y porteo es muy importante la adaptación de estas a nuestra espalda. facilitando una correcta distribución del peso y volumen sobre hombros, espalda y cadera.
Mientras las mochilas pequeñas aportan acolchados simples, las medianas incorporan la espalda anatómica, reforzada con materiales sintéticos de alta densidad que las dotan de cierta rigidez asi como de canalizaciones en las zonas de contacto para facilitar una rápida evaporación de la humedad. Las mochilas de carga, poseen diferentes sistemas de regulación para que el usuario ajuste la mochila a sus características anatómicas. Es muy importante que los sistemas sean tan sencillos como efectivos.
Aunque parezca que cualquier mochila vale para cualquier persona, esto no es asi. Hoy en dia podemos escoger dentro de un mismo modelo la talla que mejor se ajuste a nuestra espaida, evitando que la altura del usuario y la de la mochila sean muy desproporcionadas Los modelos para mujeres suelen tener espaldares más cortos, caderas más anchas y hombreras preformadas para evitar las tipicas molestias en los pechos.
Ajuste de la altura de la tapa: Incorporado en algunos modelos, es otra forma de adaptar las distintas solicitudes de carga a la que sometamos la mochila.
Asa de izado: Con ella manejaremos más facilmente la mochila cuando no la tengamos cargada sobre nuestras espaldas.
Tirantes superiores de los hombros o estabilizadore de espalda: Permiten adaptar la forma de la mochila a la espada del usuario en función del peso de la carga.
Hombreras anatómicas: Se adaptarán a la forma espalda hombro-torax, reduciendo el apoyo indirecto de las hombreras sobre el cuello. Los modelos diseñados para mujeres están pensados para liberar la carga de encima de los pechos. Mejoran cuando son anchas y acolchadas.
Espalda acolchada. Primordial cuando se transporta mucho peso o cargas con aristas que puedan clavarse en la espalda.
Ajuste pectoral. Mantiene las hombreras en su lugar correspondiente, mejorando la estabilidad general.
Tensores de Hombreras Ajustan las hombreras desde su base a distintas capacidades torácicas
Ajuste de cintura. Este cinturón evitará que la mochila salte al andar.
Ceñidores de balanceo del cinturón: Reducen el balanceo lateral, sobretodo cuando la mochila es alta.
Acolchado lumbar: Mejora la comodidad del lugar donde va a recaer el mayor peso del conjunto
Ajuste de altura: Adapta la mochila a las distintas alturas de las espaldas de los usuarios.
Cruceta anatómica: El inicio de las hombreras está diseñado para repartir la carga directamente al centro de las claviculas, liberando el cuello y apoyando entre los homoplatos.
Bolsillo en la tapa: Para tener a mano los pequeños accesorios que utilizaremos continuamente
Portamaterial: Permitirán cargar material en el exterior de la mochila de una forma segura (aislante, crampontes, etc.).
Una vez cargada a la espalda, la cruz formada por el inicio de las hombreras debe coincidir entre los homoplatos de la espalda (fig.1). En los modelos que no dispongan de estabilizadores, esta zona podrá quedar un poco más elevada, dependiendo de la morfologia de cada usuario Cerraremos el cinturón (fig 2). Su posición corresponderá con la parte superior de la pelvis, Tensaremos de forma que exista contacto por todo el contorno de la cintura. Tensaremos los ajustes laterales del cinturón (fig.3), hasta que no exista balanceo de los bajos de la mochila.
Tensaremos las hombreras (fig 4) hasta notar que existe contacto en toda la zona del pecho, hombros y preferiblemente también el inicio de la espalda. Tensaremos los tirantes superiores de las hombreras (estabilizadores), de manera que se anule el balanceo de la parte alta de la mochila y teniendo la precaución de que no moleste al giro de la cabeza (fig.5). Para mejorar la inmovilización de la carga resulta muy útil la cinta de pecho.
A causa de las costuras, es imposible que una mochila tradicional sea completamente estanca, La utilización de bolsas interiores estancas o el empleo de una funda exterior impermeable (cubre-mochilas), garantizará mantener tu contenido seco. Distribuir el material en bolsas de plástico de distintos colores, mejora la disposición en el interior de la mochila y facilita una rápida localización.
En determinadas ocasiones (en caso de alud o caida al agua), sistemas que te permitan sacarte rapidamente de la mochila, pueden ser de gran utilidad. Las varillas metálicas extraibles que tienen en sus espaldas algunos modelos de mochilas pueden ser utilizadas para una emergencia para improvisar una tablilla inmovilizadora en caso de romperse el hueso de una extremidad.
A la hora de cargarnos, debemos tener en cuenta cuales serán aquellos elementos del equipo que nos pueden hacer falta durante la marcha (disponibilidad) y cuales son los más pesados (peso), Según esto, los más ligeros y menos necesarios deberán ir en la parte inferior (Bolsa de dormir, funda de vivac, ropa de repuesto, etc). Los más pesados se instalaran preferentemente en los dos tercios superiores de la mochila (cocina y gas, comida. material). Este detalle facilitará un mejor control de la carga y una mayor estabilidad de la carga al estar alineados el centro de gravedad de la mochila y de la persona. Los objetos de mayor posibilidad de utilización (frontal, lentes de sol, cremas, mapas, etc ) se colocaran en la parte superior de la mochila.